Mamíferos Mexicanos en Peligro
de Extinción
Miguel Ángel Armella
Villalpando
En
2012, la Organización de las Naciones Unidas anunció el objetivo de obtener
para finales de la década una reducción sustancial del ritmo al que desaparecen
las especies y se deterioran los ecosistemas. Además, se designó 2010 Año
Internacional de la Diversidad Biológica.
Lamentablemente,
llegó 2012 y el mundo seguía muy lejos de alcanzar la meta fijada. “Como
resultado directo de la actividad humana, las especies se están extinguiendo a
un ritmo mil veces superior al considerado natural.” El periódico local fue
aún más específico al decir: “Una de cada 5 especies de plantas, 1 de cada 5
especies de mamíferos, 1 de cada 7 especies de aves y 1 de cada 3 especies de
anfibios en el planeta están en peligro de extinción”. Si analizamos lo
que ha sucedido a lo largo de los siglos en Nueva Zelanda, descubriremos un
aspecto peculiar de este problema.
Antes
de la llegada del hombre a la localidad, los ecosistemas funcionaban como un
reloj. Sin embargo, los primeros colonizadores introdujeron especies que
causaron graves perjuicios a la flora y fauna nativa. Por ejemplo, los maoríes,
que vinieron de otras regiones del Pacífico, trajeron consigo perros y, al
parecer, la rata de campo, la cual usaban como alimento.
Luego,
en los siglos XVII y XVIII llegaron los europeos y, con
ellos, la rata negra, ratones y gatos; estos últimos no tardaron en
volverse salvajes. También trajeron cabras, cerdos y venados para alimento y
los dejaron libres. Durante el siglo XIX importaron zarigüeyas
australianas y conejos para carne y pieles sin pensar en cómo afectarían a las
aves y la vegetación.
Para
la década de 1860, los conejos se habían convertido en una plaga, por lo
que se trajo al armiño. Sin embargo, este prefirió las aves autóctonas, que
eran mucho más lentas y vulnerables, de modo que la población de conejos siguió
aumentando.
Ya
hay muchas especies extintas: más de cuarenta de aves, tres de ranas, una de
murciélagos y por lo menos tres de lagartos, así como numerosas especies de insectos.
Más de la mitad de las 5.819 especies de plantas y animales oriundas de nuestro
país están en riesgo de desaparecer, con lo que la vida silvestre de este país
se encuentra entre las más amenazadas del planeta.
Ahora,
el gobierno ha extremado las medidas para impedir que entren al país especies
dañinas de plantas y animales. Además, el Departamento de Conservación ha
creado reservas naturales y ha realizado un sinfín de programas de erradicación
de plagas, particularmente en las islas.
Diversas
organizaciones también han dado advertencias sobre las amenazas contra el medio
ambiente. Entre ellas se encuentran la UNESCO, el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente y la organización Greenpeace. Algunas se limitan
a informar de los problemas medioambientales cuando guardan relación con su
trabajo. Otras se consagran a la causa de dar a conocer las cuestiones
ecológicas. Greenpeace es famosa por enviar activistas a puntos ecológicamente
conflictivos y atraer la atención pública a cuestiones como el calentamiento
global, las especies en peligro de extinción y los riesgos de los animales y
plantas transgénicos.
Algunos
activistas dicen que se valen de “la confrontación creativa para poner al
descubierto los problemas ecológicos mundiales”. Por ejemplo, en cierta
ocasión, un grupo recurrió a la táctica de encadenarse a las puertas de un
aserradero para protestar contra la tala de bosques centenarios. Otro grupo
protestó contra la violación de una moratoria ballenera por parte de cierto
país apareciendo frente a sus embajadas llevando puestos unos enormes ojos para
indicar que vigilaban las acciones de aquella nación.
En
este campo no faltan causas a las que dedicarse. Por ejemplo, tanto
organizaciones como personas a título individual han dado repetidas
advertencias sobre los peligros de la contaminación del agua. Pero aun así, la
situación no parece nada prometedora. Mil millones de personas
no tienen acceso a agua potable.
En
vista de que la destrucción del medio ambiente es un problema de gran magnitud,
se necesitaría la colaboración de todos los gobiernos para que la solución
fuese efectiva. En algunos casos, los representantes gubernamentales han
demostrado el valor necesario para recomendar cambios positivos que
beneficiarían al medio ambiente, lo cual es encomiable. Pero las
auténticas victorias han sido contadísimas.
¿por qué has elegido ese tema?
Para
muchos, la situación resulta paradójica. Hay más información que nunca sobre
asuntos ecológicos. Jamás ha habido tantas personas y organizaciones
interesadas en ver una Tierra limpia. Muchos gobiernos han creado ministerios
para encargarse de este tipo de problemas, y para ello disponemos de más
tecnología que nunca. Aun así, la situación no parece mejorar. ¿Por qué?
Muchos
esperan que la tecnología solucione los problemas medioambientales. Por
ejemplo, los ecologistas llevan tiempo condenando el uso de pesticidas. Cuando
se produjeron plantas transgénicas que permitían reducir o eliminar la
necesidad de pesticidas, parecía que se había encontrado una buena solución.
Pero en el caso del maíz transgénico, modificado para controlar al barrenador
de los tallos sin necesidad de pesticidas, se descubrió que también puede matar
a las orugas de las mariposas monarcas. De modo que las “soluciones” a
veces resultan contraproducentes y crean más inconvenientes.
¿de dónde partiste para empezar a escribir?
El
conocer acerca de la temática permite explorar un sinfín de posibilidades que a
los lectores podría agradar. El dar pie a los puntos sobresalientes de dichos tópicos
también permite a los escribas y a los apreciativos del texto el brindar
oportunidad de expresión y por ende el sobrellevar comentarios acerca de las tesis
que a los autores intervenga y por ende enriquecer dichos comentarios con las
aportaciones de los mismos.